El desierto de la serpiente

El desierto de la serpiente

El viejo oyó el motor de un coche aproximándose a la casa y supo que su destino estaba pronto para llamar a su puerta.Incorporándose lentamente de su hamaca dirigió sus pasos hacia su amiga y susurró a su oído: “Vieja, ha llegado el tiempo de separarse. Ve y sé una serpiente”. Ella, que enroscada dormitaba al lado del fuego, se estremeció al oír estas palabras y se sorprendió ante la ausencia del miedo.