Indagar en nuestro carĂĄcter – Juanjo Albert

7 de mayo de 2018

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Teníamos ganas de charlar un rato con Juan José Albert. Conocíamos su trayectoria profesional: reconocido psiquiatra y neurólogo, psicoterapeuta clínico integrativo, coordinador y fundador del I.P.E.T.G. entre otras muchas cosas, pero, sobretodo, persona con gran vocación clínica y docente, profundizador e investigador de las corrientes humanísticas de las vías de sanación psicoemocional
 Fue un placer para nosotros realizar esta entrevista, encontrar ese espacio lleno de disponibilidad, de una profundidad transmitida con esa claridad que tienen aquellos que realizan un trabajo sincero.

Nieves: Juanjo ¿podrías explicar de una manera sencilla qué es el caråcter y cómo se forma?
Juanjo: Bueno, si quieres como definiciĂłn sencilla de lo que es el carĂĄcter, te dirĂ­a que es una estructura, una parte de la personalidad que se forma de manera reactiva a la angustia por la perdida de contacto con uno mismo desde niño, la perdida de contacto con el amor, con el amor de uno a si mismo. Esto genera un intenso dolor, y reactivo a ese estado se forma el carĂĄcter, y lo hace en los primeros años de vida, hasta los siete u ocho años, aproximadamente, y que, de una parte, nos defiende de las posibles agresiones del medio externo, agresiones en el sentido psicoemocional. Esto es asĂ­, pero tambiĂ©n nos impone una perdida de contacto con nosotros mismos y con los demĂĄs. Por tanto es una especie de estructura mĂĄs o menos rĂ­gida, y dependiendo de su rigidez va a ser mĂĄs o menos patolĂłgica. Lo cierto es que condiciona nuestro contacto con la vida. Resulta curioso porque es imprescindible para poder vivir y para relacionarnos con los demĂĄs, pero hay que intentar que esa estructura sea lo mĂĄs mĂłvil posible e, idealmente, habrĂ­a que someterla para que seamos nosotros los que cabalguemos el carĂĄcter, y no que el carĂĄcter nos cabalgue a nosotros. La estructura caracterial impone una serie de pautas que son repetitivas. Es la compulsiĂłn a la repeticiĂłn de las mismas cosas


Nieves: Pero, cuando hablamos de personalidad, de ego, de carácter
 ¿hablamos de lo mismo o habría que matizar?
Juanjo: Hay que matizar. El carácter es una parte de la personalidad. La personalidad es todo lo que cada uno de nosotros somos, tanto en el aspecto físico, la inteligencia, el temperamento
 todo, y una parte de esa personalidad es el carácter. Yo lo defino como una función de la personalidad, con “la misión” de la que ya hemos hablado. Y ego, bueno, es poco más o menos lo mismo, aunque desde el punto de vista psicoanalítico el ego o “ello” es la parte más instintiva, pero en la terminología que manejamos nosotros, todas las personas que nos dedicamos al desarrollo personal, ego viene a ser lo mismo que carácter.

Ernesto: Y ¿dónde se encontraría la frontera entre el caråcter como soporte de nuestra expresión, y el caråcter como defensa, como resistencia a la vida plena? Es decir, ¿cuåndo se convierte en un obståculo que nos impide desarrollarnos?
Juanjo: Bueno, es lo que estĂĄbamos hablando, cuanto mĂĄs rĂ­gida es la estructura del carĂĄcter, cuando la persona estĂĄ mĂĄs sujeta a la compulsiĂłn de repeticiĂłn de los mismos actos, tanto mĂĄs patolĂłgico es el carĂĄcter. Mira, desde un punto de vista estricto de salud ideal, la estructura caracterial ya es en si misma algo patolĂłgica puesto que nos separa de nosotros mismos, nos separa del contacto intimo con los demĂĄs. Pero creo que mejor no ser muy estrictos. Digamos entonces que si el carĂĄcter me impone condiciones de una manera inconsciente, y me hace comportarme siempre de una misma manera, aunque yo sepa que me estoy dañando a mi mismo, ahĂ­ es cuando el carĂĄcter comienza a ser patolĂłgico. Si somos capaces de ir desectructurando el carĂĄcter hasta romper esta compulsiĂłn a la repeticiĂłn, y ponemos las virtudes del carĂĄcter a nuestro servicio, entonces se puede convertir en una herramienta muy Ăștil
 algo asĂ­ como “el abrigo en invierno”, me lo pongo y me lo quito. Pero eso es ya cuando hemos conseguido domarlo.

Carmen: La infancia, todo el proceso de crecimiento acaba dejando una huella, y al parecer esto desemboca en la formación de un determinado patrón de conducta. Pero ¿esa huella es imborrable? ¿Tenemos que acostumbrarnos a vivir siempre con un patrón mås o menos sano, mås o menos enfermo?
Juanjo: Mira, el carĂĄcter es para toda la vida, pero es una herramienta Ăștil, nos sirve para relacionarnos, para movernos, para conseguir nuestras cosas. En la medida en que vayamos desprogramando el carĂĄcter, conociendo el cĂłmo, el dĂłnde, el porquĂ©, el cuĂĄndo de nuestra formaciĂłn de carĂĄcter, en la misma medida lo vamos poniendo a nuestro servicio, podemos utilizar las partes Ăștiles, las cualidades positivas de Ă©ste. Vale, el carĂĄcter es para toda la vida, pero tampoco cabe una visiĂłn predeterminista del sufrimiento. Si nos ocupamos de sanarlo, no. Cuando el carĂĄcter es sano y estĂĄ lo suficientemente desestructurado
 quĂ© mĂĄs da un carĂĄcter que otro


Carmen: Pero esa desprogramación de la que hablas ¿depende sólo de factores internos o los condicionamientos externos de la vida pueden hacer que ese proceso sea más rápido, más ligero
?
Juanjo: El carĂĄcter se estructura a partir del momento del nacimiento, y cuando nacemos traemos una dotaciĂłn genĂ©tica, en parte hereditaria y, tambiĂ©n, adquirida intraĂștero, ademĂĄs nacemos con un determinado temperamento, y todo esto va a confrontarse con las exigencias del medio donde estamos viviendo. De esta confrontaciĂłn sale el carĂĄcter en forma de pautas que el niño desarrolla para mitigar, por un lado, la angustia y, tambiĂ©n, para adaptarse a las demandas del medio
 AsĂ­, que la desprogramaciĂłn podrĂ­a parecer sencilla, pero si el carĂĄcter se forma desde un punto de vista conductista con estĂ­mulo-respuesta, acierto-error
 la cosa se complica, porque puede haber intervenido la imaginaciĂłn, la fantasĂ­a, intervienen las emociones
 por tanto es necesario pasar por revivir todas estas situaciones
 dĂłnde intervino nuestra fantasĂ­a, nuestra imaginaciĂłn, quĂ© pasĂł con nuestras emociones. Todo esto es necesario para desprogramar nuestro carĂĄcter. AsĂ­ que ya ves, los factores son internos y externos. Una persona por si sola ÂżpodrĂ­a desprogramarse? PodrĂ­a, pero es muy difĂ­cil. Casi siempre necesitamos un referente externo, eso facilita las cosas.

Carmen: Y hablando de ese referente, ¿qué lugar ocupa el terapeuta y el maestro en todo este proceso de autoconocimiento?
Juanjo: Un lugar imprescindible. El psicoterapeuta es la persona que te ayuda a desbrozar el camino, a quitar la hojarasca hasta donde esto es posible, y, teĂłricamente, es posible hasta que la persona puede asumir lo que los psicoanalistas llaman la castraciĂłn, la no omnipotencia. Desde el punto de vista psicolĂłgico, a partir de ahĂ­, poco mĂĄs o menos, el psicoterapeuta ya no tiene mucho que hacer. En este momento intervendrĂ­a el maestro. Y Âża quĂ© te ayuda Ă©ste? Pues a descubrir la espiritualidad, desarrollarla a travĂ©s de las virtudes, de las ideas santas
 Pero aquĂ­ llega otra castraciĂłn que es mucho mĂĄs definitiva, y es que, bueno, la trascendencia existe, pero que te toque a ti o que no te toque a ti es otra cosa
 Claro, asumir esto ya es bastante. Entonces es como volver a hacer todo el ciclo, volver a encontrarse con el vacĂ­o, con la soledad, con la angustia
 Y, por supuesto, hay que estar alerta, tambiĂ©n, ante los diversos maestros y los diversos niveles de maestrĂ­a.

Sandra: Respecto a cĂłmo desprogramar el carĂĄcter, y la herramienta que supone el eneagrama para ello, pareciera como que ese estudio de los diferentes tipos se aborda, a menudo, con una visiĂłn negativa, y creo que algunas personas viven eso de una forma traumĂĄtica
 ÂżTĂș crees que serĂ­a interesante introducir una visiĂłn mĂĄs positiva del eneagrama?
Juanjo: Bueno, por lo que yo conozco, el eneagrama introduce una visiĂłn positiva de cada grupo. Yo creo que cuando en el eneagrama se habla de pecado se alude al sentido etimolĂłgico de la palabra que es errar el blanco, fallar el camino, equivocarse. En el eneagrama, efectivamente, estĂĄn los pecados, las pasiones y las fijaciones, pero tambiĂ©n estĂĄn las virtudes, las ideas santas, los catalizadores y, ademĂĄs, estĂĄ el eneagrama de los instintos. Todo esto ayuda muchĂ­simo
 Pero no hay que engañarse, hay una parte del eneagrama a la que hay que darle batalla, y esa parte son las pasiones y las fijaciones y, ademĂĄs, tenemos que colocar a los instintos en su sitio para que cada instinto trabaje con su propia energĂ­a. Cuando todo esto estĂĄ lo suficientemente claro para la persona, entonces podemos apoyarnos en el eneagrama de las virtudes y de las ideas santas, y esto se convierte en una ayuda muy importante, porque si la parte que trabaja lo neurĂłtico del carĂĄcter es dura, es dolorosa
 la parte que trabaja lo espiritual del carĂĄcter es muy gratificante e ilusionante, energetiza y nos abre a un nuevo mundo. Esto ayuda muchĂ­simo.

Sandra: SĂ­, pero una vez que has visto esa parte negativa, pecadora, y se da el paso a la mĂĄs positiva Âżno crees que hay personas, tipos que hacen ese proceso demasiado rĂĄpido, que pueden quedarse enredados en la bĂșsqueda de lo positivo, es decir, quedarse neurotizados en la parte luminosa de cada tipo sin darse cuenta que, realmente, hay que hacer un camino hacia la virtud?
Juanjo: SĂ­, tĂș te refieres a las personas que comienzan por la parte virtuosa. Bueno, yo a eso le doy un nombre: “el triple salto mortal del ego sin red”. SĂ­, hay muchas personas que se quedan enredadas ahĂ­. No es posible desarrollar la parte virtuosa si antes no hemos dado batalla a la parte neurĂłtica. Es como pretender ver sin quitarnos la venda de los ojos. Al ir trabajando la parte neurĂłtica va apareciendo una sensaciĂłn de vacĂ­o, de soledad, donde no hay soporte ninguno. AhĂ­ hay mucho dolor, es la noche oscura del alma, el desierto
 y la salida de ese desierto es, “yo sĂ© que la virtud existe, voy a por ello”. Por que en el transcurso del trabajo con la parte neurĂłtica, en algĂșn momento, hemos rozado las ideas santas, y, por tanto, “yo sĂ© que eso existe”. AsĂ­ que es cuestiĂłn de poner la intenciĂłn y la voluntad en funciĂłn de conseguir eso. Pero trabajar sĂłlo con la parte virtuosa es como desplegar las velas de un velero sin desamarrarlo del puerto. Eso es puro alimento para el ego, refuerza la estructura neurĂłtica, y, de hecho, en algunos rasgos, ese es el sĂ­ntoma, precisamente, esa es la enfermedad.

Ernesto: En el eneagrama hablamos de un motor emocional que es la pasiĂłn, de una dificultad cognitiva que es la fijaciĂłn, en la terminologĂ­a que utiliza Claudio Naranjo. ÂżCĂłmo debemos contemplar lo instintivo? ÂżQuĂ© nos dicen “las tripas” ante el dolor, la carencia, la falta de reconocimiento?
Juanjo: Bueno, los instintos es la parte menos conocida del eneagrama, creo que tampoco se ha publicado nada, sĂłlo se ha trabajado experimentalmente. Ya sabes que hay tres instintos, el instinto de conservaciĂłn, el instinto social y el instinto sexual que se corresponden con los tres centros de Gurdjieff, y cada uno trabaja con su propia energĂ­a. Los instintos son lo que pone energĂ­a al apasionamiento. Es decir, mi pasiĂłn estĂĄ energetizada por un determinado instinto. Por ejemplo, si el instinto que predomina en mĂ­ es el instinto sexual, eso va a querer decir que mi sexualidad va a estar conflictuada, y que la energĂ­a sexual domina sobre los demĂĄs instintos. Esa energĂ­a, por tanto, es la que va a acentuar, a alimentar la pasiĂłn, y esa pasiĂłn, la que sea, va estar envuelta en la energĂ­a sexual y, no sĂłlo el individuo va estar abocado a la pasiĂłn, sino que dentro de la pasiĂłn todavĂ­a va estar mĂĄs estrecho
 En el instinto sexual domina la fusiĂłn de la pareja, es en la pareja donde el individuo pone el interĂ©s, en el instinto social es en lo social y en el trabajo donde la persona se polariza, y en el instinto de conservaciĂłn es en la seguridad y la familia donde se vuelca toda la energĂ­a. AsĂ­ que esto hace que el eneagrama no se componga de nueve sino de veintisiete tipos, lo cual lo hace mucho mĂĄs rico ya que en algunos rasgos el instinto los cambia
 hasta la morfologĂ­a, corporalmente.

Carmen: Pero ¿te instalas en un sólo instinto o esto puede ir variando?
Juanjo: Estås fundamentalmente instalado en un instinto y en la medida en que vas sanando vas dejando paso, vas retirando la energía de los demås instintos, de manera que cada cual pueda funcionar como le es propio. De todas maneras siempre habrå una tendencia al instinto que predomina.

Nieves: Cuando hablamos de caråcter en un sentido extenso, estamos hablando de una forma de ser, de una forma de comportarse, de entender la vida. Pero desde la visión holística en la que todo se interrelaciona, donde cuerpo y mente son una sola unidad ¿Cómo se manifiesta en el cuerpo ese caråcter, qué huella deja, qué podemos leer en su estructura?
Juanjo: Mira, anoche lleguĂ© de dar un taller sobre esto. Venimos con una energĂ­a. La parte mas burda de esta energĂ­a se puede medir, con un encefalograma o un electrocardiograma, es un diferencial de potenciales, con un microgalvanĂłmetro se mide esta energĂ­a. Bueno, nosotros transformamos la energĂ­a, hay una energĂ­a biolĂłgica, otra psicolĂłgica y tambiĂ©n hay una energĂ­a espiritual. El ser humano no sĂłlo es transformador de energĂ­a, es transmutador de energĂ­a, es decir, puede trasmutar energĂ­a biolĂłgica en energĂ­a psicolĂłgica, en energĂ­a espiritual, en creatividad. Eso es transmutaciĂłn, es cambiar la cualidad de la energĂ­a. Son energĂ­as cualitativamente distintas, pero al fin y al cabo energĂ­a. Entonces la dinĂĄmica de esa relaciĂłn energĂ©tica necesita un sustento, una base en la que apoyarse. Nada de lo que nos pasa, nos pasa fuera del cuerpo, todo nos pasa en el cuerpo, y esa dinĂĄmica energĂ©tica estructura de una determinada manera nuestro fĂ­sico
 ÂżPor quĂ©? Pues porque los Ăłrganos de expresiĂłn, de contacto, los sentidos y los mĂșsculos son los encargados de expresar y de ponernos en contacto con los demĂĄs. Si no damos salida al potencial energĂ©tico, esos mĂșsculos van a reaccionar quedĂĄndose mĂĄs tensos o excesivamente relajados, y esto va hacer que el cuerpo vaya adquiriendo una estructura muscular determinada y, ciertamente, tambiĂ©n estarĂĄ condicionado por la herencia
 De todas maneras cada carĂĄcter tiene su propia estructura corporal, su propia morfologĂ­a. No es muy difĂ­cil diagnosticar el carĂĄcter a travĂ©s del cuerpo, es una cosa bastante sencilla. En la estructura morfolĂłgica, en la disposiciĂłn energĂ©tica del cuerpo, en el desarrollo del mĂșsculo, en los bloqueos, en las tensiones y en la mirada
 ahĂ­ se expresa el carĂĄcter corporalmente. Entonces es posible leer sobre un cuerpo la historia de una vida, a grandes rasgos, claro. Pues como un leñador puede leer en un ĂĄrbol la historia de la vida de ese ĂĄrbol. Y bueno, si no fuese asĂ­ serĂ­amos ĂĄngeles. ÂĄNecesitamos el cuerpo para sentir! Tanto es asĂ­ que el carĂĄcter condiciona la funciĂłn de los sentidos, el oĂ­do, el gusto, el olfato, el tacto y la vista estĂĄn condicionados por la estructura caracterial, y viceversa. TambiĂ©n deficiencias sensoriales condicionan o predisponen a que el carĂĄcter sea de una manera u otra, a la adquisiciĂłn de un determinado tipo. Entonces el organismo humano es una unidad que no puede ser sometida a divisiones. No podemos hablar de mente, cuerpo, espĂ­ritu. No se puede, es una divisiĂłn muy artificiosa.

Sandra: En general ¿qué ocasiones nos da la vida cotidiana para desmontar el caråcter?
Juanjo: ¥Ah! muchas. Bueno, ocasiones la vida nos presenta muchas. El asunto es que las veamos, que estemos alerta, atentos. Si te hablo desde lo que observo en mi profesiĂłn, cuando una persona genera sĂ­ntomas, la vida le estĂĄ diciendo que algo va mal, le estĂĄ diciendo, “ocĂșpate”. El sĂ­ntoma es un gran aliado, el dolor es un gran aliado. Pero, en general, desde un libro que se pueda leer, a una entrevista que puedas tener y, por supuesto, situaciones mĂĄs graves, la muerte de un familiar, una enfermedad grave que nos coloca “al borde” o, simplemente, ver un paisaje que, de repente, por alguna razĂłn, te impacta. El asunto es que uno no estĂ© con demasiado “handicap”, que uno tenga la capacidad perceptiva suficiente. Sabes, en los preliminares del budismo lo primero que se hace es dar gracias por estar vivos en este momento, y tener los sentidos sanos para poder percibir bien las cosas. AsĂ­ que las personas que han sufrido en su infancia grandes traumas, estĂĄn mĂĄs discapacitados, estĂĄn mĂĄs, por decirlo de alguna manera, ciegos, con menos capacidad perceptiva. Necesitan choques mĂĄs fuertes. De otra parte estĂĄn las personas que no han sufrido o han sufrido pocos traumatismos, precisamente, estas personas tienen caracteres poco sensibles a la angustia, entonces son excesivamente hedonistas, y esto tampoco les hace ningĂșn favor. A este grupo pertenecen muchos de los que quieren tomar el atajo del que hablĂĄbamos antes. Personas que tienen poca resonancia a la angustia y por tanto se sienten poco necesitados de ayuda, se sienten suficientemente sanos. Estos son los extremos. Lo mejor estĂĄ en un tĂ©rmino medio.

Sandra: Y en las relaciones con el mundo, con la familia, los amigos, la pareja ¿cómo deshacer el nudo neurótico que nos une a los demås?
Juanjo: Eso sĂ­ que es difĂ­cil. Uno sĂłlo puede actuar sobre sĂ­ mismo. En la medida en la que vas introduciendo cambios en tu vida, en la medida en la que tu vas ganando parcelas de libertad y parcelas de poder anĂ­mico, en esa misma medida cambia la relaciĂłn contigo mismo. Si la relaciĂłn contigo mismo cambia, cambia la relaciĂłn con los demĂĄs. Lo que puede ocurrir es que, si el otro estĂĄ acostumbrado a un determinado tipo de persona o de relaciĂłn, cuando vamos cambiando, nos van abandonando, y llega un momento en que uno se encuentra solo. Eso es parte del proceso. Pero la relaciĂłn con los demĂĄs es algo que va cambiando con el tiempo, salvo en situaciones muy especiales o en relaciones muy Ă­ntimas, como puede ser la pareja o pueden ser los hijos. El resto de las relaciones se van dando sĂłlo en la medida en que tĂș vas cambiando la relaciĂłn contigo mismo. Llega un momento en que se te hace insoportable determinado tipo de relaciones. Y tambiĂ©n es verdad que llega un momento que puedes mantener relaciones “robotizadas”, valga la expresiĂłn, es decir, que puedes relacionarte con personas que no han hecho ningĂșn camino, normales y corrientes, sin que eso suponga un gran “handicap”. Ese es otro paso que se da en el desarrollo. Primero, estĂĄs en una situaciĂłn que te sientes como si estuvieras a otro nivel, como si miraras las cosas desde arriba
 SĂłlo buscas a un determinado tipo de personas, y luego te das cuenta que la cosa no es asĂ­, que te puedes relacionar con todo el mundo, incluso desde un posiciĂłn muy “ventajosa” porque puedes ver el manejo neurĂłtico de la otra persona y no hacerle caso, tener mĂĄs comprensiĂłn, o sea, relacionarte con la parte sana del otro, con lo cual le estĂĄs ayudando tambiĂ©n. No hacer obstĂĄculo a la parte neurĂłtica y relacionarte con la parte sana de la otra persona
 puede ser una manera importante de ayudar al otro.

Carmen: ¿El trabajo con el caråcter puede ser un anticipo de lo espiritual? ¿Psicología y misticismo pueden reencontrarse?
Juanjo: SĂ­, claro. A mĂ­ me parece que la espiritualidad es el tĂ©rmino de la salud, y el desarrollo de la salud, con mayĂșsculas, lleva a la espiritualidad
 Veo difĂ­cil que Ă©sta aparezca si previamente no hemos sanado el carĂĄcter. SĂ­, yo creo que indagar en nuestro carĂĄcter es el camino, el paso previo hacia todo lo demĂĄs


Ernesto: ¿Es posible el amor sincero, quiero decir, sin condicionamientos del carĂĄcter
 o ese sentimiento estĂĄ mayoritariamente teñido por “las intenciones” del tipo que te corresponde?
Juanjo: Bueno, el amor, en principio siempre es egoico. Incluso el amor de los padres a los hijos, que parecerĂ­a de los mĂĄs generosos, es uno de los mĂĄs egoĂ­stas
 Tengo cuatro hijos, sĂ© lo que es
 En principio el amor es egoico mayoritariamente, pero se puede llegar a un amor generoso, Ă­ntimo, claro, consciente. Eso serĂ­a la salud, la capacidad de entrega incondicional. Existe, puede existir
 De hecho, cuanto mĂĄs amor entrego, de mĂĄs amor dispongo. Es algo que se autoregenera al desarrollarlo, al ejercitarlo


Ernesto: ¿Se puede pensar que un tipo en concreto de caråcter en la madre o en el padre pueden crear un determinado patrón de conducta en el hijo?
Juanjo: SĂ­, por supuesto, pero lo que pasa es que la formaciĂłn del carĂĄcter es multifactorial, depende del carĂĄcter de la madre, del padre y, sobretodo, del grado de salud de esta estructura en ambos. Cuanto mĂĄs saludables sean los padres, mĂĄs libertad tendrĂĄ el niño para desarrollarse. Quiero decir que si lo idealmente sano es ayudar al niño a que desarrolle sus potencialidades, con el menor condicionamiento posible, cuanto mĂĄs sano es el carĂĄcter de los padres, mĂĄs se va a favorecer el desarrollo del niño
 Aun asĂ­ lo van a determinar
 Y ademĂĄs estĂĄn los hermanos, los tĂ­os, los abuelos, las condiciones histĂłricas de la familia, la situaciĂłn econĂłmica, la relaciĂłn de la pareja en ese momento
 Hay tantos factores que por eso es fundamental conocer la historia y la biografĂ­a de la persona para determinar cĂłmo se ha estructurado el carĂĄcter. Desde luego lo que no se hace es decir “de tal carĂĄcter del padre y tal carĂĄcter de la madre sale tal carĂĄcter del hijo”
 Eso serĂ­a como las leyes de Mendel, y no se trata de eso.

Ernesto: Acerca de las ideas santas de las que hemos estado hablando, he comenzado a leer el libro de Almaas, Facetas de la unidad, que en alguna ocasiĂłn tĂș habĂ­as recomendado
 Y me gustarĂ­a preguntarte ÂżcĂłmo “catalizarĂ­a” una idea santa nuestro carĂĄcter para recuperar esa visiĂłn unitaria de la que habla Almaas?
Juanjo: Es una pregunta difĂ­cil
 Vamos a ver
 Las ideas santas es una de las partes del eneagrama menos divulgada. Yo sĂłlo conozco ese libro. Digamos que esa visiĂłn unitaria de la que me hablas, habrĂ­a que buscarla a travĂ©s de la meditaciĂłn y de la conexiĂłn con el desarrollo de la idea. Te voy a poner un ejemplo que quizĂĄ resulte mĂĄs comprensible. SabĂ©is que en el budismo se utiliza una iconografĂ­a, se utilizan imĂĄgenes, algo muy diferente a los santos de la iglesia catĂłlica
 Esas imĂĄgenes que utiliza el budismo representan “algo” donde tĂș puedes proyectar una parte de ti, por ejemplo, el Buda de la CompasiĂłn. IdentificĂĄndote con esta imagen tĂș puedes llegar a desarrollar tu propia compasiĂłn, “haciendo como Ă©l” llegarĂĄs a ser compasivo
 Entonces los catalizadores actĂșan de la misma manera; durante la meditaciĂłn practicas la identificaciĂłn con una idea. Esta prĂĄctica va potenciando el desarrollo de las virtudes y otras partes tambiĂ©n, por eso se llaman catalizadores, es como la gota que hace que todo lo demĂĄs cambie. Por tanto, una de las maneras de trabajarlo es identificĂĄndote con una idea santa
 EstĂĄ claro que no eres un santo, pero actuar “como si lo fueras” tiene su efecto.

Ernesto: ¿El trabajo con las ideas santas sería el complemento del trabajo mås psicológico del conocimiento de las pasiones y las fijaciones?
Juanjo: Es necesario, primero, que la persona no estĂ© excesivamente preocupada por los problemas cotidianos psicoemocionales, es decir, que no haya niveles de angustia, de depresiĂłn, que los pensamientos no sean muy obsesivos, que no haya situaciones fĂłbicas
 Es necesario determinado grado de desenganche de la neurosis para poder dar paso a la contemplaciĂłn de la meditaciĂłn. De no ser asĂ­ podemos meternos en un callejĂłn sin salida. La persona tiene capacidad autosanadora, pero siempre a partir de un determinado nivel de salud. Es necesario, ante todo, deshacernos de las partes que mĂĄs nos han condicionado, y, entonces, a partir de cierto momento del desarrollo podemos iniciar otro camino
 De hecho, los problemas psicoemocionales no resueltos condicionan mucho a los meditadores
 Se empiezan a dar cuenta que para meditar hay que “estar bien”.

Nieves: Juanjo ÂżtĂș crees que el ser humano tiene la intuiciĂłn de que es “algo” diferente al personaje con el que se desenvuelve en la vida?
Juanjo: Yo creo que sĂ­. Hasta que las capacidades sensitivas, tanto internas como externas, pero sobretodo internas, se embotan, el ser humano tiene la capacidad de percibir la trascendencia. Pero hay que saber que esa percepciĂłn de la trascendencia origina, tambiĂ©n, una intensa angustia, y que en ocasiones se puede confundir con la angustia neurĂłtica psicoemocional
 Pero su cualidad es muy diferente
 SĂ­, esa capacidad de percepciĂłn se va embotando, y recuperarla es lo que Gurdjieff llama “el choque externo”, el choque nos despierta
 y esto a poco observadores que seamos lo vemos, por ejemplo en los niños, en los juegos de los niños
 Lo que ocurre es que poco a poco esa intuiciĂłn se va transformando en una fantasĂ­a neurĂłtica


Ernesto: ¿Es el eneagrama algo mås que un mapa del caråcter? ¿Podríamos considerarlo como un mapa de la vida?
Juanjo: El eneagrama es un mapa del universo. Hay una frase que no recuerdo de quiĂ©n es, no sĂ© si es de Claudio Naranjo, de manera que, Claudio, si lees esto, yo no estoy seguro si lo dijiste tĂș
 dice la frase que una persona abandonada en el desierto con un eneagrama, y conociendo el mapa, saldrĂ­a adelante
 SĂ­, es un mapa del universo. Ya sabĂ©is que a cada nĂșmero le corresponde una nota musical, un color, los planetas
 Es un mapa muy complejo, pero si nos quedamos con el mapa de las pasiones y las fijaciones, de los instintos, de las virtudes y de las ideas santas ya tenemos para trabajar toda la vida.

Carmen: Y no es un sistema cerrado

Juanjo: Desde luego
 SabĂ©is que hay un movimiento perifĂ©rico, que tambiĂ©n hay un movimiento interno y otro externo. La gente estĂĄ acostumbrada a ver el eneagrama como un plano, y el eneagrama no es un plano, es una espiral. Cada uno de los movimientos de la circunferencia de esa espiral nos marca en que momento estamos de nuestro desarrollo personal, podemos ubicarnos en el mapa, podemos trazar una especie de coordenadas, y saber en que momento nos hallamos en nuestro camino, incluso en que momento estoy en el desarrollo de determinada virtud o con determinado aspecto. Puedo tener varios eneagramas de mi momento actual
 sin que esto tenga nada que ver con la carta astral. Es algo distinto. Pero, claro, para aplicar todo esto hay que tener un gran conocimiento del eneagrama o gozar de la ayuda de alguna persona que te ayude a ubicarte. AlgĂșn dĂ­a, si querĂ©is, podemos hablar de esto


ExtraĂ­do de https://lacovadeldrac.sasogu.es

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2 Comentarios

  1. Iosu

    Muy guapo. EstĂĄ claro, quĂ© siendo cada vez mĂĄs consciente de lo que eres y representas en tĂș dĂ­a a dĂ­a, te acercas cada vez mĂĄs a tĂș vacio interior, al silencio …
    Y eso da miedo.
    Yo creo que la recompensa a ese trabajo personal es grande.
    A seguir … ?

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    • bioenergetica

      Eso es Iosu, muy grande la recompensa!
      Un amoroso abrazo y a seguir en ese camino…

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