TenĂamos ganas de charlar un rato con Juan JosĂ© Albert. ConocĂamos su trayectoria profesional: reconocido psiquiatra y neurĂłlogo, psicoterapeuta clĂnico integrativo, coordinador y fundador del I.P.E.T.G. entre otras muchas cosas, pero, sobretodo, persona con gran vocaciĂłn clĂnica y docente, profundizador e investigador de las corrientes humanĂsticas de las vĂas de sanaciĂłn psicoemocional⊠Fue un placer para nosotros realizar esta entrevista, encontrar ese espacio lleno de disponibilidad, de una profundidad transmitida con esa claridad que tienen aquellos que realizan un trabajo sincero.
Nieves: Juanjo ÂżpodrĂas explicar de una manera sencilla quĂ© es el carĂĄcter y cĂłmo se forma?
Juanjo: Bueno, si quieres como definiciĂłn sencilla de lo que es el carĂĄcter, te dirĂa que es una estructura, una parte de la personalidad que se forma de manera reactiva a la angustia por la perdida de contacto con uno mismo desde niño, la perdida de contacto con el amor, con el amor de uno a si mismo. Esto genera un intenso dolor, y reactivo a ese estado se forma el carĂĄcter, y lo hace en los primeros años de vida, hasta los siete u ocho años, aproximadamente, y que, de una parte, nos defiende de las posibles agresiones del medio externo, agresiones en el sentido psicoemocional. Esto es asĂ, pero tambiĂ©n nos impone una perdida de contacto con nosotros mismos y con los demĂĄs. Por tanto es una especie de estructura mĂĄs o menos rĂgida, y dependiendo de su rigidez va a ser mĂĄs o menos patolĂłgica. Lo cierto es que condiciona nuestro contacto con la vida. Resulta curioso porque es imprescindible para poder vivir y para relacionarnos con los demĂĄs, pero hay que intentar que esa estructura sea lo mĂĄs mĂłvil posible e, idealmente, habrĂa que someterla para que seamos nosotros los que cabalguemos el carĂĄcter, y no que el carĂĄcter nos cabalgue a nosotros. La estructura caracterial impone una serie de pautas que son repetitivas. Es la compulsiĂłn a la repeticiĂłn de las mismas cosasâŠ
Nieves: Pero, cuando hablamos de personalidad, de ego, de carĂĄcter⊠¿hablamos de lo mismo o habrĂa que matizar?
Juanjo: Hay que matizar. El carĂĄcter es una parte de la personalidad. La personalidad es todo lo que cada uno de nosotros somos, tanto en el aspecto fĂsico, la inteligencia, el temperamento⊠todo, y una parte de esa personalidad es el carĂĄcter. Yo lo defino como una funciĂłn de la personalidad, con âla misiĂłnâ de la que ya hemos hablado. Y ego, bueno, es poco mĂĄs o menos lo mismo, aunque desde el punto de vista psicoanalĂtico el ego o âelloâ es la parte mĂĄs instintiva, pero en la terminologĂa que manejamos nosotros, todas las personas que nos dedicamos al desarrollo personal, ego viene a ser lo mismo que carĂĄcter.
Ernesto:Â Y ÂżdĂłnde se encontrarĂa la frontera entre el carĂĄcter como soporte de nuestra expresiĂłn, y el carĂĄcter como defensa, como resistencia a la vida plena? Es decir, ÂżcuĂĄndo se convierte en un obstĂĄculo que nos impide desarrollarnos?
Juanjo: Bueno, es lo que estĂĄbamos hablando, cuanto mĂĄs rĂgida es la estructura del carĂĄcter, cuando la persona estĂĄ mĂĄs sujeta a la compulsiĂłn de repeticiĂłn de los mismos actos, tanto mĂĄs patolĂłgico es el carĂĄcter. Mira, desde un punto de vista estricto de salud ideal, la estructura caracterial ya es en si misma algo patolĂłgica puesto que nos separa de nosotros mismos, nos separa del contacto intimo con los demĂĄs. Pero creo que mejor no ser muy estrictos. Digamos entonces que si el carĂĄcter me impone condiciones de una manera inconsciente, y me hace comportarme siempre de una misma manera, aunque yo sepa que me estoy dañando a mi mismo, ahĂ es cuando el carĂĄcter comienza a ser patolĂłgico. Si somos capaces de ir desectructurando el carĂĄcter hasta romper esta compulsiĂłn a la repeticiĂłn, y ponemos las virtudes del carĂĄcter a nuestro servicio, entonces se puede convertir en una herramienta muy Ăștil⊠algo asĂ como âel abrigo en inviernoâ, me lo pongo y me lo quito. Pero eso es ya cuando hemos conseguido domarlo.
Carmen:Â La infancia, todo el proceso de crecimiento acaba dejando una huella, y al parecer esto desemboca en la formaciĂłn de un determinado patrĂłn de conducta. Pero Âżesa huella es imborrable? ÂżTenemos que acostumbrarnos a vivir siempre con un patrĂłn mĂĄs o menos sano, mĂĄs o menos enfermo?
Juanjo: Mira, el carĂĄcter es para toda la vida, pero es una herramienta Ăștil, nos sirve para relacionarnos, para movernos, para conseguir nuestras cosas. En la medida en que vayamos desprogramando el carĂĄcter, conociendo el cĂłmo, el dĂłnde, el porquĂ©, el cuĂĄndo de nuestra formaciĂłn de carĂĄcter, en la misma medida lo vamos poniendo a nuestro servicio, podemos utilizar las partes Ăștiles, las cualidades positivas de Ă©ste. Vale, el carĂĄcter es para toda la vida, pero tampoco cabe una visiĂłn predeterminista del sufrimiento. Si nos ocupamos de sanarlo, no. Cuando el carĂĄcter es sano y estĂĄ lo suficientemente desestructurado⊠quĂ© mĂĄs da un carĂĄcter que otroâŠ
Carmen: Pero esa desprogramación de la que hablas ¿depende sólo de factores internos o los condicionamientos externos de la vida pueden hacer que ese proceso sea mås råpido, mås ligero�
Juanjo: El carĂĄcter se estructura a partir del momento del nacimiento, y cuando nacemos traemos una dotaciĂłn genĂ©tica, en parte hereditaria y, tambiĂ©n, adquirida intraĂștero, ademĂĄs nacemos con un determinado temperamento, y todo esto va a confrontarse con las exigencias del medio donde estamos viviendo. De esta confrontaciĂłn sale el carĂĄcter en forma de pautas que el niño desarrolla para mitigar, por un lado, la angustia y, tambiĂ©n, para adaptarse a las demandas del medio⊠AsĂ, que la desprogramaciĂłn podrĂa parecer sencilla, pero si el carĂĄcter se forma desde un punto de vista conductista con estĂmulo-respuesta, acierto-error⊠la cosa se complica, porque puede haber intervenido la imaginaciĂłn, la fantasĂa, intervienen las emociones⊠por tanto es necesario pasar por revivir todas estas situaciones⊠dĂłnde intervino nuestra fantasĂa, nuestra imaginaciĂłn, quĂ© pasĂł con nuestras emociones. Todo esto es necesario para desprogramar nuestro carĂĄcter. AsĂ que ya ves, los factores son internos y externos. Una persona por si sola ÂżpodrĂa desprogramarse? PodrĂa, pero es muy difĂcil. Casi siempre necesitamos un referente externo, eso facilita las cosas.
Carmen: Y hablando de ese referente, ¿qué lugar ocupa el terapeuta y el maestro en todo este proceso de autoconocimiento?
Juanjo: Un lugar imprescindible. El psicoterapeuta es la persona que te ayuda a desbrozar el camino, a quitar la hojarasca hasta donde esto es posible, y, teĂłricamente, es posible hasta que la persona puede asumir lo que los psicoanalistas llaman la castraciĂłn, la no omnipotencia. Desde el punto de vista psicolĂłgico, a partir de ahĂ, poco mĂĄs o menos, el psicoterapeuta ya no tiene mucho que hacer. En este momento intervendrĂa el maestro. Y Âża quĂ© te ayuda Ă©ste? Pues a descubrir la espiritualidad, desarrollarla a travĂ©s de las virtudes, de las ideas santas⊠Pero aquĂ llega otra castraciĂłn que es mucho mĂĄs definitiva, y es que, bueno, la trascendencia existe, pero que te toque a ti o que no te toque a ti es otra cosa⊠Claro, asumir esto ya es bastante. Entonces es como volver a hacer todo el ciclo, volver a encontrarse con el vacĂo, con la soledad, con la angustia⊠Y, por supuesto, hay que estar alerta, tambiĂ©n, ante los diversos maestros y los diversos niveles de maestrĂa.
Sandra: Respecto a cĂłmo desprogramar el carĂĄcter, y la herramienta que supone el eneagrama para ello, pareciera como que ese estudio de los diferentes tipos se aborda, a menudo, con una visiĂłn negativa, y creo que algunas personas viven eso de una forma traumĂĄtica⊠¿TĂș crees que serĂa interesante introducir una visiĂłn mĂĄs positiva del eneagrama?
Juanjo: Bueno, por lo que yo conozco, el eneagrama introduce una visiĂłn positiva de cada grupo. Yo creo que cuando en el eneagrama se habla de pecado se alude al sentido etimolĂłgico de la palabra que es errar el blanco, fallar el camino, equivocarse. En el eneagrama, efectivamente, estĂĄn los pecados, las pasiones y las fijaciones, pero tambiĂ©n estĂĄn las virtudes, las ideas santas, los catalizadores y, ademĂĄs, estĂĄ el eneagrama de los instintos. Todo esto ayuda muchĂsimo⊠Pero no hay que engañarse, hay una parte del eneagrama a la que hay que darle batalla, y esa parte son las pasiones y las fijaciones y, ademĂĄs, tenemos que colocar a los instintos en su sitio para que cada instinto trabaje con su propia energĂa. Cuando todo esto estĂĄ lo suficientemente claro para la persona, entonces podemos apoyarnos en el eneagrama de las virtudes y de las ideas santas, y esto se convierte en una ayuda muy importante, porque si la parte que trabaja lo neurĂłtico del carĂĄcter es dura, es dolorosa⊠la parte que trabaja lo espiritual del carĂĄcter es muy gratificante e ilusionante, energetiza y nos abre a un nuevo mundo. Esto ayuda muchĂsimo.
Sandra:Â SĂ, pero una vez que has visto esa parte negativa, pecadora, y se da el paso a la mĂĄs positiva Âżno crees que hay personas, tipos que hacen ese proceso demasiado rĂĄpido, que pueden quedarse enredados en la bĂșsqueda de lo positivo, es decir, quedarse neurotizados en la parte luminosa de cada tipo sin darse cuenta que, realmente, hay que hacer un camino hacia la virtud?
Juanjo: SĂ, tĂș te refieres a las personas que comienzan por la parte virtuosa. Bueno, yo a eso le doy un nombre: âel triple salto mortal del ego sin redâ. SĂ, hay muchas personas que se quedan enredadas ahĂ. No es posible desarrollar la parte virtuosa si antes no hemos dado batalla a la parte neurĂłtica. Es como pretender ver sin quitarnos la venda de los ojos. Al ir trabajando la parte neurĂłtica va apareciendo una sensaciĂłn de vacĂo, de soledad, donde no hay soporte ninguno. AhĂ hay mucho dolor, es la noche oscura del alma, el desierto⊠y la salida de ese desierto es, âyo sĂ© que la virtud existe, voy a por elloâ. Por que en el transcurso del trabajo con la parte neurĂłtica, en algĂșn momento, hemos rozado las ideas santas, y, por tanto, âyo sĂ© que eso existeâ. AsĂ que es cuestiĂłn de poner la intenciĂłn y la voluntad en funciĂłn de conseguir eso. Pero trabajar sĂłlo con la parte virtuosa es como desplegar las velas de un velero sin desamarrarlo del puerto. Eso es puro alimento para el ego, refuerza la estructura neurĂłtica, y, de hecho, en algunos rasgos, ese es el sĂntoma, precisamente, esa es la enfermedad.
Ernesto: En el eneagrama hablamos de un motor emocional que es la pasiĂłn, de una dificultad cognitiva que es la fijaciĂłn, en la terminologĂa que utiliza Claudio Naranjo. ÂżCĂłmo debemos contemplar lo instintivo? ÂżQuĂ© nos dicen âlas tripasâ ante el dolor, la carencia, la falta de reconocimiento?
Juanjo: Bueno, los instintos es la parte menos conocida del eneagrama, creo que tampoco se ha publicado nada, sĂłlo se ha trabajado experimentalmente. Ya sabes que hay tres instintos, el instinto de conservaciĂłn, el instinto social y el instinto sexual que se corresponden con los tres centros de Gurdjieff, y cada uno trabaja con su propia energĂa. Los instintos son lo que pone energĂa al apasionamiento. Es decir, mi pasiĂłn estĂĄ energetizada por un determinado instinto. Por ejemplo, si el instinto que predomina en mĂ es el instinto sexual, eso va a querer decir que mi sexualidad va a estar conflictuada, y que la energĂa sexual domina sobre los demĂĄs instintos. Esa energĂa, por tanto, es la que va a acentuar, a alimentar la pasiĂłn, y esa pasiĂłn, la que sea, va estar envuelta en la energĂa sexual y, no sĂłlo el individuo va estar abocado a la pasiĂłn, sino que dentro de la pasiĂłn todavĂa va estar mĂĄs estrecho⊠En el instinto sexual domina la fusiĂłn de la pareja, es en la pareja donde el individuo pone el interĂ©s, en el instinto social es en lo social y en el trabajo donde la persona se polariza, y en el instinto de conservaciĂłn es en la seguridad y la familia donde se vuelca toda la energĂa. AsĂ que esto hace que el eneagrama no se componga de nueve sino de veintisiete tipos, lo cual lo hace mucho mĂĄs rico ya que en algunos rasgos el instinto los cambia⊠hasta la morfologĂa, corporalmente.
Carmen:Â Pero Âżte instalas en un sĂłlo instinto o esto puede ir variando?
Juanjo:Â EstĂĄs fundamentalmente instalado en un instinto y en la medida en que vas sanando vas dejando paso, vas retirando la energĂa de los demĂĄs instintos, de manera que cada cual pueda funcionar como le es propio. De todas maneras siempre habrĂĄ una tendencia al instinto que predomina.
Nieves: Cuando hablamos de carĂĄcter en un sentido extenso, estamos hablando de una forma de ser, de una forma de comportarse, de entender la vida. Pero desde la visiĂłn holĂstica en la que todo se interrelaciona, donde cuerpo y mente son una sola unidad ÂżCĂłmo se manifiesta en el cuerpo ese carĂĄcter, quĂ© huella deja, quĂ© podemos leer en su estructura?
Juanjo: Mira, anoche lleguĂ© de dar un taller sobre esto. Venimos con una energĂa. La parte mas burda de esta energĂa se puede medir, con un encefalograma o un electrocardiograma, es un diferencial de potenciales, con un microgalvanĂłmetro se mide esta energĂa. Bueno, nosotros transformamos la energĂa, hay una energĂa biolĂłgica, otra psicolĂłgica y tambiĂ©n hay una energĂa espiritual. El ser humano no sĂłlo es transformador de energĂa, es transmutador de energĂa, es decir, puede trasmutar energĂa biolĂłgica en energĂa psicolĂłgica, en energĂa espiritual, en creatividad. Eso es transmutaciĂłn, es cambiar la cualidad de la energĂa. Son energĂas cualitativamente distintas, pero al fin y al cabo energĂa. Entonces la dinĂĄmica de esa relaciĂłn energĂ©tica necesita un sustento, una base en la que apoyarse. Nada de lo que nos pasa, nos pasa fuera del cuerpo, todo nos pasa en el cuerpo, y esa dinĂĄmica energĂ©tica estructura de una determinada manera nuestro fĂsico⊠¿Por quĂ©? Pues porque los Ăłrganos de expresiĂłn, de contacto, los sentidos y los mĂșsculos son los encargados de expresar y de ponernos en contacto con los demĂĄs. Si no damos salida al potencial energĂ©tico, esos mĂșsculos van a reaccionar quedĂĄndose mĂĄs tensos o excesivamente relajados, y esto va hacer que el cuerpo vaya adquiriendo una estructura muscular determinada y, ciertamente, tambiĂ©n estarĂĄ condicionado por la herencia⊠De todas maneras cada carĂĄcter tiene su propia estructura corporal, su propia morfologĂa. No es muy difĂcil diagnosticar el carĂĄcter a travĂ©s del cuerpo, es una cosa bastante sencilla. En la estructura morfolĂłgica, en la disposiciĂłn energĂ©tica del cuerpo, en el desarrollo del mĂșsculo, en los bloqueos, en las tensiones y en la mirada⊠ahĂ se expresa el carĂĄcter corporalmente. Entonces es posible leer sobre un cuerpo la historia de una vida, a grandes rasgos, claro. Pues como un leñador puede leer en un ĂĄrbol la historia de la vida de ese ĂĄrbol. Y bueno, si no fuese asĂ serĂamos ĂĄngeles. ÂĄNecesitamos el cuerpo para sentir! Tanto es asĂ que el carĂĄcter condiciona la funciĂłn de los sentidos, el oĂdo, el gusto, el olfato, el tacto y la vista estĂĄn condicionados por la estructura caracterial, y viceversa. TambiĂ©n deficiencias sensoriales condicionan o predisponen a que el carĂĄcter sea de una manera u otra, a la adquisiciĂłn de un determinado tipo. Entonces el organismo humano es una unidad que no puede ser sometida a divisiones. No podemos hablar de mente, cuerpo, espĂritu. No se puede, es una divisiĂłn muy artificiosa.
Sandra: En general ¿qué ocasiones nos da la vida cotidiana para desmontar el caråcter?
Juanjo: ¥Ah! muchas. Bueno, ocasiones la vida nos presenta muchas. El asunto es que las veamos, que estemos alerta, atentos. Si te hablo desde lo que observo en mi profesiĂłn, cuando una persona genera sĂntomas, la vida le estĂĄ diciendo que algo va mal, le estĂĄ diciendo, âocĂșpateâ. El sĂntoma es un gran aliado, el dolor es un gran aliado. Pero, en general, desde un libro que se pueda leer, a una entrevista que puedas tener y, por supuesto, situaciones mĂĄs graves, la muerte de un familiar, una enfermedad grave que nos coloca âal bordeâ o, simplemente, ver un paisaje que, de repente, por alguna razĂłn, te impacta. El asunto es que uno no estĂ© con demasiado âhandicapâ, que uno tenga la capacidad perceptiva suficiente. Sabes, en los preliminares del budismo lo primero que se hace es dar gracias por estar vivos en este momento, y tener los sentidos sanos para poder percibir bien las cosas. AsĂ que las personas que han sufrido en su infancia grandes traumas, estĂĄn mĂĄs discapacitados, estĂĄn mĂĄs, por decirlo de alguna manera, ciegos, con menos capacidad perceptiva. Necesitan choques mĂĄs fuertes. De otra parte estĂĄn las personas que no han sufrido o han sufrido pocos traumatismos, precisamente, estas personas tienen caracteres poco sensibles a la angustia, entonces son excesivamente hedonistas, y esto tampoco les hace ningĂșn favor. A este grupo pertenecen muchos de los que quieren tomar el atajo del que hablĂĄbamos antes. Personas que tienen poca resonancia a la angustia y por tanto se sienten poco necesitados de ayuda, se sienten suficientemente sanos. Estos son los extremos. Lo mejor estĂĄ en un tĂ©rmino medio.
Sandra:Â Y en las relaciones con el mundo, con la familia, los amigos, la pareja ÂżcĂłmo deshacer el nudo neurĂłtico que nos une a los demĂĄs?
Juanjo: Eso sĂ que es difĂcil. Uno sĂłlo puede actuar sobre sĂ mismo. En la medida en la que vas introduciendo cambios en tu vida, en la medida en la que tu vas ganando parcelas de libertad y parcelas de poder anĂmico, en esa misma medida cambia la relaciĂłn contigo mismo. Si la relaciĂłn contigo mismo cambia, cambia la relaciĂłn con los demĂĄs. Lo que puede ocurrir es que, si el otro estĂĄ acostumbrado a un determinado tipo de persona o de relaciĂłn, cuando vamos cambiando, nos van abandonando, y llega un momento en que uno se encuentra solo. Eso es parte del proceso. Pero la relaciĂłn con los demĂĄs es algo que va cambiando con el tiempo, salvo en situaciones muy especiales o en relaciones muy Ăntimas, como puede ser la pareja o pueden ser los hijos. El resto de las relaciones se van dando sĂłlo en la medida en que tĂș vas cambiando la relaciĂłn contigo mismo. Llega un momento en que se te hace insoportable determinado tipo de relaciones. Y tambiĂ©n es verdad que llega un momento que puedes mantener relaciones ârobotizadasâ, valga la expresiĂłn, es decir, que puedes relacionarte con personas que no han hecho ningĂșn camino, normales y corrientes, sin que eso suponga un gran âhandicapâ. Ese es otro paso que se da en el desarrollo. Primero, estĂĄs en una situaciĂłn que te sientes como si estuvieras a otro nivel, como si miraras las cosas desde arriba⊠SĂłlo buscas a un determinado tipo de personas, y luego te das cuenta que la cosa no es asĂ, que te puedes relacionar con todo el mundo, incluso desde un posiciĂłn muy âventajosaâ porque puedes ver el manejo neurĂłtico de la otra persona y no hacerle caso, tener mĂĄs comprensiĂłn, o sea, relacionarte con la parte sana del otro, con lo cual le estĂĄs ayudando tambiĂ©n. No hacer obstĂĄculo a la parte neurĂłtica y relacionarte con la parte sana de la otra persona⊠puede ser una manera importante de ayudar al otro.
Carmen:Â ÂżEl trabajo con el carĂĄcter puede ser un anticipo de lo espiritual? ÂżPsicologĂa y misticismo pueden reencontrarse?
Juanjo: SĂ, claro. A mĂ me parece que la espiritualidad es el tĂ©rmino de la salud, y el desarrollo de la salud, con mayĂșsculas, lleva a la espiritualidad⊠Veo difĂcil que Ă©sta aparezca si previamente no hemos sanado el carĂĄcter. SĂ, yo creo que indagar en nuestro carĂĄcter es el camino, el paso previo hacia todo lo demĂĄsâŠ
Ernesto: ¿Es posible el amor sincero, quiero decir, sin condicionamientos del carĂĄcter⊠o ese sentimiento estĂĄ mayoritariamente teñido por âlas intencionesâ del tipo que te corresponde?
Juanjo: Bueno, el amor, en principio siempre es egoico. Incluso el amor de los padres a los hijos, que parecerĂa de los mĂĄs generosos, es uno de los mĂĄs egoĂstas⊠Tengo cuatro hijos, sĂ© lo que es⊠En principio el amor es egoico mayoritariamente, pero se puede llegar a un amor generoso, Ăntimo, claro, consciente. Eso serĂa la salud, la capacidad de entrega incondicional. Existe, puede existir⊠De hecho, cuanto mĂĄs amor entrego, de mĂĄs amor dispongo. Es algo que se autoregenera al desarrollarlo, al ejercitarloâŠ
Ernesto:Â ÂżSe puede pensar que un tipo en concreto de carĂĄcter en la madre o en el padre pueden crear un determinado patrĂłn de conducta en el hijo?
Juanjo: SĂ, por supuesto, pero lo que pasa es que la formaciĂłn del carĂĄcter es multifactorial, depende del carĂĄcter de la madre, del padre y, sobretodo, del grado de salud de esta estructura en ambos. Cuanto mĂĄs saludables sean los padres, mĂĄs libertad tendrĂĄ el niño para desarrollarse. Quiero decir que si lo idealmente sano es ayudar al niño a que desarrolle sus potencialidades, con el menor condicionamiento posible, cuanto mĂĄs sano es el carĂĄcter de los padres, mĂĄs se va a favorecer el desarrollo del niño⊠Aun asĂ lo van a determinar⊠Y ademĂĄs estĂĄn los hermanos, los tĂos, los abuelos, las condiciones histĂłricas de la familia, la situaciĂłn econĂłmica, la relaciĂłn de la pareja en ese momento⊠Hay tantos factores que por eso es fundamental conocer la historia y la biografĂa de la persona para determinar cĂłmo se ha estructurado el carĂĄcter. Desde luego lo que no se hace es decir âde tal carĂĄcter del padre y tal carĂĄcter de la madre sale tal carĂĄcter del hijoâ⊠Eso serĂa como las leyes de Mendel, y no se trata de eso.
Ernesto: Acerca de las ideas santas de las que hemos estado hablando, he comenzado a leer el libro de Almaas, Facetas de la unidad, que en alguna ocasiĂłn tĂș habĂas recomendado⊠Y me gustarĂa preguntarte ÂżcĂłmo âcatalizarĂaâ una idea santa nuestro carĂĄcter para recuperar esa visiĂłn unitaria de la que habla Almaas?
Juanjo: Es una pregunta difĂcil⊠Vamos a ver⊠Las ideas santas es una de las partes del eneagrama menos divulgada. Yo sĂłlo conozco ese libro. Digamos que esa visiĂłn unitaria de la que me hablas, habrĂa que buscarla a travĂ©s de la meditaciĂłn y de la conexiĂłn con el desarrollo de la idea. Te voy a poner un ejemplo que quizĂĄ resulte mĂĄs comprensible. SabĂ©is que en el budismo se utiliza una iconografĂa, se utilizan imĂĄgenes, algo muy diferente a los santos de la iglesia catĂłlica⊠Esas imĂĄgenes que utiliza el budismo representan âalgoâ donde tĂș puedes proyectar una parte de ti, por ejemplo, el Buda de la CompasiĂłn. IdentificĂĄndote con esta imagen tĂș puedes llegar a desarrollar tu propia compasiĂłn, âhaciendo como Ă©lâ llegarĂĄs a ser compasivo⊠Entonces los catalizadores actĂșan de la misma manera; durante la meditaciĂłn practicas la identificaciĂłn con una idea. Esta prĂĄctica va potenciando el desarrollo de las virtudes y otras partes tambiĂ©n, por eso se llaman catalizadores, es como la gota que hace que todo lo demĂĄs cambie. Por tanto, una de las maneras de trabajarlo es identificĂĄndote con una idea santa⊠EstĂĄ claro que no eres un santo, pero actuar âcomo si lo fuerasâ tiene su efecto.
Ernesto:Â ÂżEl trabajo con las ideas santas serĂa el complemento del trabajo mĂĄs psicolĂłgico del conocimiento de las pasiones y las fijaciones?
Juanjo: Es necesario, primero, que la persona no estĂ© excesivamente preocupada por los problemas cotidianos psicoemocionales, es decir, que no haya niveles de angustia, de depresiĂłn, que los pensamientos no sean muy obsesivos, que no haya situaciones fĂłbicas⊠Es necesario determinado grado de desenganche de la neurosis para poder dar paso a la contemplaciĂłn de la meditaciĂłn. De no ser asĂ podemos meternos en un callejĂłn sin salida. La persona tiene capacidad autosanadora, pero siempre a partir de un determinado nivel de salud. Es necesario, ante todo, deshacernos de las partes que mĂĄs nos han condicionado, y, entonces, a partir de cierto momento del desarrollo podemos iniciar otro camino⊠De hecho, los problemas psicoemocionales no resueltos condicionan mucho a los meditadores⊠Se empiezan a dar cuenta que para meditar hay que âestar bienâ.
Nieves:Â Juanjo ÂżtĂș crees que el ser humano tiene la intuiciĂłn de que es âalgoâ diferente al personaje con el que se desenvuelve en la vida?
Juanjo: Yo creo que sĂ. Hasta que las capacidades sensitivas, tanto internas como externas, pero sobretodo internas, se embotan, el ser humano tiene la capacidad de percibir la trascendencia. Pero hay que saber que esa percepciĂłn de la trascendencia origina, tambiĂ©n, una intensa angustia, y que en ocasiones se puede confundir con la angustia neurĂłtica psicoemocional⊠Pero su cualidad es muy diferente⊠SĂ, esa capacidad de percepciĂłn se va embotando, y recuperarla es lo que Gurdjieff llama âel choque externoâ, el choque nos despierta⊠y esto a poco observadores que seamos lo vemos, por ejemplo en los niños, en los juegos de los niños⊠Lo que ocurre es que poco a poco esa intuiciĂłn se va transformando en una fantasĂa neurĂłticaâŠ
Ernesto:Â ÂżEs el eneagrama algo mĂĄs que un mapa del carĂĄcter? ÂżPodrĂamos considerarlo como un mapa de la vida?
Juanjo: El eneagrama es un mapa del universo. Hay una frase que no recuerdo de quiĂ©n es, no sĂ© si es de Claudio Naranjo, de manera que, Claudio, si lees esto, yo no estoy seguro si lo dijiste tĂș⊠dice la frase que una persona abandonada en el desierto con un eneagrama, y conociendo el mapa, saldrĂa adelante⊠SĂ, es un mapa del universo. Ya sabĂ©is que a cada nĂșmero le corresponde una nota musical, un color, los planetas⊠Es un mapa muy complejo, pero si nos quedamos con el mapa de las pasiones y las fijaciones, de los instintos, de las virtudes y de las ideas santas ya tenemos para trabajar toda la vida.
Carmen: Y no es un sistema cerradoâŠ
Juanjo: Desde luego⊠SabĂ©is que hay un movimiento perifĂ©rico, que tambiĂ©n hay un movimiento interno y otro externo. La gente estĂĄ acostumbrada a ver el eneagrama como un plano, y el eneagrama no es un plano, es una espiral. Cada uno de los movimientos de la circunferencia de esa espiral nos marca en que momento estamos de nuestro desarrollo personal, podemos ubicarnos en el mapa, podemos trazar una especie de coordenadas, y saber en que momento nos hallamos en nuestro camino, incluso en que momento estoy en el desarrollo de determinada virtud o con determinado aspecto. Puedo tener varios eneagramas de mi momento actual⊠sin que esto tenga nada que ver con la carta astral. Es algo distinto. Pero, claro, para aplicar todo esto hay que tener un gran conocimiento del eneagrama o gozar de la ayuda de alguna persona que te ayude a ubicarte. AlgĂșn dĂa, si querĂ©is, podemos hablar de estoâŠ
ExtraĂdo de https://lacovadeldrac.sasogu.es
Muy guapo. EstĂĄ claro, quĂ© siendo cada vez mĂĄs consciente de lo que eres y representas en tĂș dĂa a dĂa, te acercas cada vez mĂĄs a tĂș vacio interior, al silencio …
Y eso da miedo.
Yo creo que la recompensa a ese trabajo personal es grande.
A seguir … ?
Eso es Iosu, muy grande la recompensa!
Un amoroso abrazo y a seguir en ese camino…