Mi primer contacto con el Shiatsu fue por casualidad en un momento de mi vida en el que estaba muy alejada de mí misma. Trabajaba en una multinacional del sector publicitario y mi nivel de estrés era importante. En la búsqueda de alguna terapia que me ayudara a calmar la mente y relajar mi cuerpo, encontré el Shiatsu y rápidamente me di cuenta de que era mucho más que un simple masaje.

Fue tal el efecto que causó en mí que decidí iniciar la formación en esta disciplina. Lo que comenzó como una afición, pronto se convirtió en una necesidad vital que me hace replantear completamente mi trayectoria profesional de manera que al terminar mis estudios en Shiatsu abandono mi carrera publicitaria y me meto de lleno en el terreno de las terapias alternativas, trabajando como terapeuta profesional desde el año 2005.

A raíz de una crisis personal y de pareja, comienzo a hacer psicoterapia la cual despierta en mí el interés por el auto-conocimiento y refuerza mi intuición sobre la relación entre la salud emocional y el bienestar físico que mi experiencia en consulta a través del Shiatsu había despertado.

Este interés por la conexión entre la salud emocional y el bienestar físico me llevó a ampliar mi formación en Shiatsu Contact (de la mano de Cristina Hernando) y en Bioenergética y Eneagrama, Bioenergética e Instintos y Supervisión en el Centro Bioenergética Barcelona.

Han sido estas disciplinas las que han dado sentido a mi manera de entender el trabajo corporal y enriquecido mi forma de trabajar con el masaje Shiatsu. El Shiatsu Contact por su capacidad en poner el foco de la terapia en el auto-apoyo y la toma de conciencia de la persona en su cuerpo y en sí misma, y la Bionergética además por su mirada profunda y amorosa hacia la esencia de cada persona.

Mi enfoque terapéutico a través del masaje Shiatsu se centra en trabajar profundo sobre la coraza muscular en el cuerpo con el fin, no solo de relajar las tensiones musculares y calmar la mente, sino también de liberar las emociones bloqueadas en la memoria corporal, potenciando así la capacidad de la persona para estar en contacto consigo misma y enriquecer su proceso terapéutico de auto-conocimiento.

Las personas con dificultad para conectar con sus emociones o que se encuentren en un momento de bloqueo emocional determinado o que simplemente necesiten potenciar la capacidad de estar en contacto consigo mismas, pueden encontrar en el masaje Shiatsu un buen complemento en su proceso terapéutico de autoconocimiento.